“Con la reforma monetaria se abre un proceso cargado de incertidumbre”
- Post by: Matías Mongan Marcó
- 3 de abril de 2021
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El pasado 22 de marzo se realizó el primer webinar del Proyecto Cuba UAM, el mismo llevó el nombre de “Reforma monetaria y situación económica en Cuba” y contó con la participación de José Antonio Alonso, Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid, y Pavel Vidal, Profesor de Economía en la Pontificia Universidad Javeriana de Cali, Colombia, quienes debatieron sobre el impacto político y económico de la reforma monetaria emprendida por el gobierno de Miguel Diaz-Canel.
El primero en comenzar con las exposiciones fue Pavel Vidal, quien detalló la difícil situación macroeconómica que desde hace varios años viene soportando Cuba.
“Ya tenemos seis años consecutivos de caida de las exportaciones, esto viene desde el año 2015 primero con la crisis venezolana, después con el incremento de las sanciones de Estados Unidos y ahora más reciente la pandemia. Esto también ha implicado un ajuste de las importaciones y una caída del superávit comercial que pasó de 3.800 millones anuales en el período 2010-2015 a 1.300 millones. Es una caída de más del sesenta por ciento y es lo que ha puesto bajo tensión la balanza de pagos de Cuba. Hay deudas que no se le pagan a proveedores, a inversionistas e incluso la deuda renegociada con el Club de París. Se puede hablar de una crisis de balanza de pagos y que esto ha llevado a una recesión económica que incluso empezó antes de la pandemia, más precisamente en el segundo semestre del 2019”.
A pesar de este difícil escenario económico, Vidal hizo hincapié en que el gobierno igualmente decidió avanzar con la reforma monetaria la cual se combinó con un aumento de salarios y pensiones. “No en todas las opciones de reforma monetaria se planteaba una reforma de salarios, yo creo que está bien que lo hayan hecho así. Entiendo yo que esta fue la manera en que el equipo técnico, es decir la Comisión de Implementación, logró venderle al Buro Político, al gobierno, esta reforma monetaria aún en un momento muy complicado. Bajo la lógica de que esto iba a implicar una redistribución de riquezas y que esa redistribución de riqueza iba a cambiar la pirámide, que iba a cerrar un poquito la brecha entre lo que se gana en el sector privado y en el sector estatal. Es uno de los incentivos que tiene el gobierno para poner en marcha estas reformas, lograr un aumento del salario en términos reales”.
No obstante las optimistas previsiones económicas difundidas por el gobierno Díaz-Canel, el académico de la Universidad Javeriana considera que va a ser muy difícil que se puedan cumplir los objetivos. “Políticamente fue satisfactorio haber combinado la devaluación con el aumento de salarios y así se vendió públicamente, que este año iba a haber un aumento de salarios reales. Cosa que es muy difícil que suceda, si analizamos la economía cubana bajo distintas métricas y escenarios”.
Para concluir Vidal hizo hincapié en que lo que pasé con la inflación es definitorio para el impacto que va a tener la reforma salarial.
El economista remarcó que durante las últimas dos décadas existieron tres determinantes que contribuyeron a que hubiera una baja inflación en Cuba: la tasa de cambio fija, el congelamiento de los salarios estatales y un bajo déficit fiscal. “Estos tres determinantes han explicado la baja inflación registrada en Cuba. Según la Oficina de Estadística entre el 2000 y el 2019 ésta osciló alrededor del 1,3% anual, pero estos tres determinantes que aseguraban una economía con baja inflación están cambiando drásticamente en 2021. Se devalúa la tasa de cambio, se suben los salarios y el déficit fiscal. Incluso se está hablando de que va a estar superando el 20% del PBI, sabemos que estamos en un momento en que la mayoría de las economías tienen niveles altísimos de déficit fiscal pero aún en los promedios de déficit fiscal de 2020-2021 este déficit de veinte por ciento luce demasiado grande dadas las dificultades que tiene Cuba para financiar este déficit con capital internacional. Es una situación preocupante, creo que es de las mayores preocupaciones a futuro que deja la reforma monetaria, como se va a hacer la corrección de ese déficit fiscal”.
Ante este nuevo contexto macroeconómico, el académico concluyó que el escenario más probable para Cuba en 2021 es que de una inflación alrededor del 500%, lo que a su vez va a acarrear una caída de quince puntos porcentuales del salario real.
“Desde el punto de vista económico es el peor momento posible”
Para el catedrático José Antonio Alonso el Partido Comunista Cubano (PCC) es el principal perdedor con la reforma monetaria. “En mi opinión, es el grupo que tiene las de perder en este proceso. Gran parte de su capacidad de control de lo económico y de lo político se basa en un control administrativo de la economía y por lo tanto un proceso de reformas que no se sabe a dónde les conduce y un proceso de democratización eventual significaría el final de su posición relativa en la jerarquía política del país”.
Para el académico de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) con la reforma monetaria se abre un proceso cargado de incertidumbre ya que ni ellos mismos saben dónde puede acabar este proceso.
“Han tomado la decisión [de emprender las reformas] en el peor momento, quizás en el único momento político que podían porque cualquier otra alternativa podía ser peor y conducir a un camino sin salida. Aunque este tampoco tengan muy claro cual vaya a ser la salida, pero aquí hay algunas oportunidades de que logren sortear los problemas, con costes elevados, pero que los logren sortear. Quizás lo hicieron en el momento político en que se acumuló suficiente capacidad para que aquellos que proponían las reformas se encontrasen con suficiente ánimo para decir: hay que hacerlo. Pero desde el punto de vista económico es el peor momento posible, en mi opinión. No sólo por la situación de Cuba, que llega exhausta en términos financieros, sino por la situación del entorno internacional lo que va a ser mucho más difícil que ese tránsito entre el corto y el medio plazo se acorte lo máximo posible para que empiecen a rendir frutos los beneficios”.
Para finalizar Alonso hizo hincapié en que con la reforma monetaria se abre una situación de transición muy inestable que “puede en el mejor de los casos acelerar procesos de reformas ulteriores necesarias para sacar provecho de las reformas que ya se han acometido y por lo tanto conducirían a una secuencia progresiva de cambios. Ese sería el mejor de los escenarios posibles. O que se produzca un nuevo parón, visto la incapacidad de manejar los costes de este proceso y aguantar esa inconsistencia temporal entre los costes inmediatos respecto a los beneficios en el largo plazo”.